Grandes experiencias en una montaña

La palabra monte en la Biblia está asociada a la presencia de Dios, fue el lugar donde grandes hombres de Dios tuvieron experiencias maravillosas con el creador.   En el monte Moriah Dios provee un cordero a Abraham y así evita que sacrifique a su hijo Isaac (Gn. 22:1-14 RVR 1960).  En el monte Sinaí, Dios entregó a Moisés las tablas de los diez mandamientos (Ex. 19:18-20 RVR 1960).   En este mismo monte, el profeta Elías recibe una poderosa palabra de Dios. (1 R. 19: 9-13 RVR 1960).

El Nuevo Testamento también registra que Jesús subía al monte para estar en comunión con su Padre Celestial.   Fue en el monte donde dio el sermón de las bienaventuranzas (Mt. 5:1-12 RVR 1960).    También subió al monte con tres de sus discípulos a orar.  Para ellos fue una experiencia espiritual maravillosa que nunca habían vivido; vieron a Jesús en otra dimensión hablando con Moisés y Elías.  Fue un momento de gloria que Jesús les permitió ver con sus ojos naturales en esa comunión íntima de oración que tuvieron (Mr. 9:2). 

El monte te conecta con Dios

Para nosotros, subir al monte representa la búsqueda de Dios en oración y comunión íntima.   Es apartarnos del bullicio del mundo exterior y consagrar un tiempo a solas para hablar con Jesús.  Este tiempo no es sólo para pedir por la situación actual y por nosotros; sino también para rendir nuestra vida en alabanza y adoración sincera a Dios.   

Cuando vayamos al monte de la oración para estar en comunión con Jesús, Él nos permitirá ver cosas que no vemos con nuestros ojos físicos; visiones espirituales que guiarán nuestros pasos para andar en su perfecta voluntad.  Nos revelará las estrategias y pasos a seguir para desarrollar nuestros proyectos.    Ir al monte de la oración con Jesús fortalecerá nuestra vida espiritual.

¡Jesús levanta nuestro Ánimo en el monte de la oración!