Iniciamos los mensajes de este nuevo año, dando gracias a Dios por mantenernos con salud y haber preservado nuestra vida, al igual que la de cada uno de ustedes estimados lectores.
La vida y la salud es la bendición más grande que Dios nos concede para nuevos comienzos en nuestra vida. Para iniciar una nueva etapa productiva y alcanzar nuevas metas. Un nuevo comienzo en nuestra comunión con Dios, para renovar nuestra alabanza y adoración. Él desea que le entonemos un cántico nuevo. (Is. 42:10 RVR).
Un nuevo comienzo en nosotros mismos; en nuestro ser interior; en nuestra mente y en nuestras actitudes; y en nuestras relaciones con las demás personas; para que seamos renovados de manera integral. Como lo menciona el apóstol Pablo en Efesios 4:23-24 «y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad» (RVR 1960).
Dios mostrará a cada uno, según sea su situación, las nuevas oportunidades y las cosas nuevas que desea iniciar. No hay que tener temor del nuevo comienzo. Lo nuevo viene de Dios y Él lo respaldará. «He aquí que yo hago cosa nueva, pronto saldrá a la luz; ¿No la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad» (Isaías 43:19 RVR 1960).
Dios suplirá todo lo que necesitas para que el nuevo proyecto, o la continuación del que ya tienes, sea una realidad. Te proveerá las herramientas y los recursos necesarios para su desarrollo. Te dará nuevas fuerzas y entusiasmo para trabajar cada día hasta que alcances tu meta. Por tu parte, debes creer con fe a Dios y mantener una actitud positiva que lograrás tus objetivos y que Dios cumplirá sus propósitos en ti, conforme a su voluntad.