¿Cuántas veces has escuchado en mensajes y enseñanzas sobre las cosas que Dios dice de ti? Es muy probable que lo hayas escuchado muchas veces y lo sepas de memoria, o quizá no lo hayas escuchado. La Palabra de Dios está llena de promesas y verdades tremendas que expresan el pensamiento de Dios hacia ti. Estas son palabras poderosas que pueden ayudarte a cambiar la manera de verte a ti mismo y la forma de actuar ante diferentes situaciones que se presenten en tu vida.
Jesús desea que toda persona conozca lo que Dios dice, por eso mandó a escudriñar las Escrituras (Juan 5:39 (RVR 1960). Escudriñar significa examinar, inquirir y averiguar cuidadosamente sobre algo. Es indagar de manera profunda las raíces de un tema, para descubrir las verdades o enseñanzas (https://www.rae.es/drae2001/escudri%C3%B1ar ). Al escudriñar las Escrituras, conocerás lo que agrada a Dios, te fortalecerás espiritualmente, encontrarás la dirección de Dios para todo lo que tengas que realizar, para la toma de decisiones, para tener paz, y para gozar de una vida plena y victoriosa conforme a la voluntad de Dios.
Hemos seleccionado una serie de versículos que te recordarán lo que Dios dice de ti, los cuales te animarán y fortalecerán tu fe. Esta selección de versículos será presentada en tres mensajes, Parte I, Parte II y Parte III.
- Naciste por voluntad de Dios. Dios mismo fue quien te creó y permitió que vinieras a este mundo. No estás aquí por casualidad. “Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará. No temas,” (Isaías 44:2 RVR 1960). Sea cual sea la situación que vivas, siempre clama y confía en Dios, porque Él dijo que te ayudará. Cuando algún temor venga a tu vida, recuerda que quien te formó y te dio vida, está contigo y te ayudará a seguir adelante.
- Eres especial tesoro para Dios. ¡No eres cualquier cosa! Si en algún momento, alguien te menosprecia o no te valora, no te sientas mal. Recuerda que eres especial tesoro para Dios. ¡Eso es lo importante! Dios tiene algo especial para los que le temen y le sirven, y para los que lo tienen presente en sus pensamientos. (Mal. 3:17, Dt. 7:6).
- Eres muy amado por Dios. Te amó tanto que envió a su hijo Jesús a morir por ti para darte salvación y vida eterna. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16 RVR 1960). Dale gracias a Dios por su amor.
- Eres hijo de Dios si recibes a Jesús y crees en Él. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” (Juan 1:12). Esta es la única manera en que puedes llamarte hijo de Dios, recibiendo a Jesús y creyendo en Él. Si no lo haces, sólo serás una criatura de Dios. Esta es una decisión voluntaria y personal, ya que Dios no obliga a nadie. Si lo aceptas, tendrás derecho a disfrutar de todas las promesas de bendición que Él ha provisto para sus hijos. De igual manera, tendrás deberes y obligaciones propias de un hijo.
- Dios suplirá todo lo que te haga falta, porque El es el dueño de la plata y del oro. Confía plenamente en esta promesa del Señor y nada te faltará. Él es fiel para cumplir lo que ha prometido en su palabra. (Fil. 4:19), (Hageo 2:8).
- No te afanes por nada. Las necesidades y limitaciones económicas producen ansiedad e inseguridad. Pero no te alarmes, Dios tiene cuidado de ti, y conoce todas tus necesidades. “No os afanéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? … vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas…” (Mt. 6:31, 32, Fil. 4:6). Dios es tu proveedor y, aunque ya sabe lo que necesitas, desea que presentes todas tus peticiones delante de Él en oración, dándole gracias. Verás la mano de Dios en todo lo que le pidas.
- Jesús te da descanso. El trabajo, los afanes diarios, los temas de salud y las situaciones familiares, te producen cansancio y agotamiento. Si depositas toda carga y tribulación en Jesús, Él te dará el descanso que necesitas. Sólo tienes que ir a Él en oración. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cansados, y yo os haré descansar.” (Mt. 11:28). Reposar en Jesús es entregar todo en sus manos y confiar que trabajará a favor de lo que le estás pidiendo. Confiar que resolverá lo que humanamente no puedes. En Jesús está el verdadero descanso.
- Confía en Dios siempre. Él prometió que su misericordia nunca se apartará de ti, aunque se muevan los montes y tiemblen las colinas. Por muy difícil que algo parezca, Dios siempre estará ahí para ayudarte. (Is. 54:10).
- No te dejes dominar por el enojo y la ira. ¿Piensas que es imposible para ti?, ¿Te enojas, te descontrolas y actúas con ira? ¿Sientes que no puedes parar? No te preocupes. ¡Con Dios puedes lograrlo! Dios dice enfáticamente en su palabra, que dejes la ira y deseches el enojo (Salmo 37:8). Si Él lo dice, es porque puedes hacerlo con su ayuda. Él te dará la capacidad para controlarte y no dejarte llevar por el enojo. Este es un sentimiento humano que puede afectarte negativamente a ti y a los que te rodean. Cuando te enojas, en vez de encontrar la solución, puedes hacer cosas incorrectas que agravan la situación. Si le das cabida al enojo, dice la Biblia que le abres las puertas al diablo (Efesios 4:26-27). Eso significa que le das autoridad para que haga cosas en contra tuya o los tuyos. Si no le pones un alto a tu enojo, dirás palabras que no debes decir, herirás a otras personas y contristarás al Espíritu de Dios (Ef. 4:30-31). Entrega a Dios toda situación que te enoje y te llene de ira, y Él te ayudará a manejar tus sentimientos con sabiduría e inteligencia.
“Anímate a conocer lo que Dios dice de ti”